En Argentina cada vez más compañías optan por invertir en capacitación para generar líderes efectivos, en búsqueda de mejorar el clima laboral y la competitividad.
Hoy, las instituciones buscan personas que sean jefes y líderes al mismo tiempo. Esto significa que cumplan los objetivos y simultáneamente cuiden a su equipo de trabajo. Atrás quedo poner el foco solamente en los resultados, ya que en la actualidad se valora más fortalecer el sentimiento de pertenencia e identidad con la empresa.
Para Marianela Cioffi, Licenciada en Educación con una maestría en RRHH y responsable del área de Capacitación y Desarrollo de Gestión Compartida, un buen liderazgo impacta directamente en la estructura de una empresa, ya que “en la actualidad, 70% de las personas que renuncian lo hacen por motivos relacionados con sus jefes. En un contexto de alta competitividad, saber conducir los recursos humanos es una competencia esencial”.
Es sustancial para aquellos que cumplen este rol desarrollar facultades y habilidades relacionadas con trabajo en equipo, administración de tiempos, gestión de proyectos y presentaciones orales, entre otras temáticas. Es necesario contar con profesionales que puedan asignar tareas, evaluar, instruir y, al mismo tiempo, motivar a los colaboradores que supervisa. Por esta razón, cada vez más empresas optan por capacitar a sus empleados para conseguir un mejor clima laboral.
¿Se nace o se hace?
Existen personas que nacen con las condiciones de un líder, pero también es importante querer serlo. No es una cuestión de personalidad, sino de actitud. Si el objetivo es ser un referente, se pueden desarrollar las características necesarias con la formación adecuada, sea desde la capacitación o coaching.
En lo que respecta al liderazgo no hay diferencias de género. No hay cualidades diferenciales que puedan tener hombres o mujeres. Lo que prima es desear ser un ejemplo para los empleados. Lo mismo ocurre con las generaciones, algunas empresas mantienen una estructura más tradicional donde los cargos gerenciales los ocupan personas con mayor trayectoria; mientras en otros casos existen jóvenes profesionales que a corta edad ya se transforman en líderes.
El cargo es asignado por la organización, el liderazgo se construye.
“Sólo es líder el que logra que la gente lo siga”, define Marianela Cioffi. Quien aspire a serlo debe saber comunicarse con sus colaboradores para compartir una misma visión y buscar una misma meta.
El clima interno es esencial. Para entender las necesidades es importante analizar las características propias de la empresa. Conocer el tipo de la relacionamiento entre sus actores tanto internos como externos, por ejemplo sindicatos, el nivel de rotación, o si trabaja a nivel nacional o internacional. A partir de ahí, desarrollar cursos y programas especiales adaptados a cada una para una mejora en sus objetivos.
Los líderes son los responsables del éxito o fracaso de una organización. Para lograr un crecimiento sostenible es fundamental contar con el talento capacitado. Hoy, es una habilidad buscada para aquellos puestos gerenciales que dirigen no sólo a un equipo si no procesos y negocios.
Liderar el futuro.
En los últimos años, los pedidos de capacitación de liderazgo se duplicaron. Esta tendencia se debe a los cambios en la estructura vertical del trabajo. La incorporación de nuevas generaciones al mundo laboral lleva a replantear las formas de los mismos.
Empieza en la configuración de los encuentros con modalidad de taller. En ellos se busca la intervención constante de los participantes permitiendo trabajar los contenidos desde sus presunciones. Dejando en claro que el recurso principal yace en saber comunicar, conocer qué, cómo y por qué expresar lo que se dice; y al mismo tiempo saber escuchar.
Debido a la alta rotación que hay en las empresas, “es necesario comenzar a formar a aquellas personas que en un futuro se transformaran en guías para el negocio”, explica la licenciada en Educación. Los contenidos son los mismos pero en programas adaptados a los líderes y problemas del futuro: conducción y desarrollo de la gente, gestión del cambio y pensamiento estratégico.
Las medidas que se toman a edad temprana crean los hábitos de trabajo del mañana. Proyectarlos para aquel momento evitará frustraciones al contar con las herramientas para afrontar esa posición. Los participantes todavía no tienen la experiencia necesaria, pero si están interesados en prepararse para provocar un cambio en su carrera.
Se agradece su difusión.
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