Goldcorp trabaja con diversos proveedores y contratistas que desempeñan distintas tareas en sus instalaciones, que incluyen uno de los yacimientos mineros de mayor importancia del país, ubicado en plena Patagonia (Cerro Negro, en Santa Cruz). A sus proveedores deben solicitarles una serie de documentación,

registros y seguros para desempeñar sus labores. La falta de alguno de estos documentos puede comprometer legalmente a la empresa y ocasionar perjuicios económicos, sanciones en el registro público de empleadores (REPSAL) e incapacitación para contratar con ciertas organizaciones. Por eso, para Goldcorp era fundamental garantizar un control estricto de la documentación de todos los contratistas que ingresaban en sus locaciones. Esto derivaba en que las áreas de Seguridad Patrimonial y Accesos estuvieran sobrecargadas de trabajo, haciéndolas perder eficiencia. La empresa se veía forzada a cubrir las falencias de un proveedor ineficaz, con demoras de nivel de respuesta. Esta situación le generaba inconvenientes para gestionar los accesos de sus proveedores, lo que derivaba en demoras en sus procesos productivos (equivalentes a una merma en la productividad).